Tu amor barato me asfixia.

“¿Sabes? Estoy cansada de tener que decirte mil y una veces todo lo que te quiero. Me susurras indicios, pero nunca eres capaz de expresar las palabras exactas. Tu capacidad de amarme se ha volatilizado de repente, y solo te interesa mantenerme en tu cama unos instantes más, mientras que para mí eso supone tal suplicio que me impide respirar la vida que antes me donabas. El corazón se ha hecho añicos y ya no aguanto más tu simple indiferencia a mis caricias.

Mi necesidad por ti me estremece. Soy tan boba, ¿verdad? Y tú siempre has sido conocedor de ese dato; maquinas distintas estrategias para mantenerme a tu lado, esperando que mi corazón se siga hinchando de vana esperanza, para después explotarla con una carcajada insultante.

Tu amor barato me asfixia. Y te odio por ello.

Por tu sonrisa descarada. Tus labios que saben a cerveza con limón. Tu aliento que me arranca sonrojos en lugares privados. Los besos que me robas al bajar del metro. Las noches sin dormir contando las estrellas que sólo tú me hiciste ver. Por todo el conjunto que forma tu único y apacible ser y que ha hecho que me vuelva una drogadicta del amor: impera la necesidad de ti ante cualquier otra.

¿Sabes? Estoy cansada de ti. Estoy cansada de mí. Pero, sobre todo, estoy cansada de no ser capaz de formular una composición en la que tú y el verbo amar aparezcan separados.

PSD: Y será porque voy a volver cuando me llames. No hay necesidad de decir adiós.

Audrey"